jueves, 31 de marzo de 2011

Ardor


Hoy no tengo voz,
se ha escapado por las rejillas de mis fosas nasales,
viaja en el espacio, contra muros y cerrillos, se eleva a los volcanes,
y explota sobre el eco de tu risa,
sobre al suave palmoteo de tus tus dedos,
y la fricción de tus pestañas al momento del descanso de tus ojos.

Se cierra mi garganta
bajo el aire cálido de un sueño,
como si el suelo me rogará un descanso,
como si el aire me pidiera un consuelo...

Soy muda de dientes para fuera,
de sonidos vibrantes que acosen a tu nombre,
de deseos fugaces que formen pecados,
pero completamente ardiente de dejar escapar el fuego de mi pecho,
y el hambre de mis noches por un beso de ti, mi hombre.


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